10 formas diferentes de disfrutar (y finalmente cocinar) toda esa espinaca que guardas en la nevera

Seamos honestos, siempre la terminamos tirando.

Por alguna razón, cada vez que nos proponemos comer “mejor” o de forma más saludable, terminamos recurriendo a las hojas verdes. Sea porque en el fondo sabemos que comer ensalada es necesario o porque ya nos hemos acostumbrado a la moda de los batidos verdes, el verde, con sus extravagantes hojas, siempre nos convence. Sea en la forma de espinaca, espirulina o kale, más de alguna vez hemos terminado comprando estos productos que con el paso de los días terminan pudriéndose en la nevera sin que logremos hacer nada al respecto.

No sólo porque cocinar espinaca muchas veces te confunde, sino porque además te da la sensación de que debe ser muy trabajoso, la pereza te invade y la pobre espinaca muere esperando que te decidas.

El sábado pasado cometí la locura de comprar un kilo entero de espinaca para mí sola. Está de más decir que intentar comer espinaca todos los días no ha sido fácil, pero sí ha despertado en mí una creatividad culinaria que no sabía que tenía, así que si tú también estas viviendo el mismo problema, te dejo estas 10 recomendaciones que salvarán a tu espinaca de una muerte segura.